Miro el cielo con anhelo,
miro el mundo sin deseo.
Sólo quiero liberarme,
de este cuerpo traicionero.
Voy sin rumbo, soy errante,
vivo y muero por lograrte.
Hace tiempo fui persona,
tan real, cómo tú ahora.
Mi deseo es abrazarte,
y el tuyo, es matarme.
Deseamos tocarnos,
tú por miedo y yo por hambre
No me juzgues, no es mi culpa,
nuestros mundos se bifurcan.
Se bifurcan en caminos,
tan iguales y tan distintos.
Yo creía en un cielo,
tú ahora en el infierno.
Dos creyentes a destiempo,
unidos por los sentimientos.
Sentimientos tan dispares,
sentimientos encontrados,
sentimientos tan iguales,
sentimientos reencontrados.
Todo el mundo tiene miedo
cuando miran el tormento,
de mi cara suplicante,
pensando que los quiero muertos.
Hace tiempo que perdí el deseo,
de la carne y de la sangre.
Sólo busco a una persona,
con arrestos de matarme.
Mi deseo es apremiante
y al fin, puedo decir...
que encontré al contrincante,
con mirada penetrante.
Mi verdugo se aproxima,
sin paso vacilante.
Veo en sus ojos la fuerza,
y la pena de matarme.
Él ve en los míos la gratitud,
y una sonrisa delirante.
Alza su mano, no titubea,
y cae sobre mí para ayudarme.
No me muevo, es absurdo,
tanto tiempo esperando
que la muerte venga a mí
Y ese deseo está delante.
Sobre un punto indefinido,
veo al hombre en el camino.
Mas atrás mi cuerpo inerte
Destrozado ¡Qué alivio!.
Ahora, veo el cielo y el infierno,
en los hombros de ese "amigo".
Él liberó mi alma,
y selló... su destino.
miro el mundo sin deseo.
Sólo quiero liberarme,
de este cuerpo traicionero.
Voy sin rumbo, soy errante,
vivo y muero por lograrte.
Hace tiempo fui persona,
tan real, cómo tú ahora.
Mi deseo es abrazarte,
y el tuyo, es matarme.
Deseamos tocarnos,
tú por miedo y yo por hambre
No me juzgues, no es mi culpa,
nuestros mundos se bifurcan.
Se bifurcan en caminos,
tan iguales y tan distintos.
Yo creía en un cielo,
tú ahora en el infierno.
Dos creyentes a destiempo,
unidos por los sentimientos.
Sentimientos tan dispares,
sentimientos encontrados,
sentimientos tan iguales,
sentimientos reencontrados.
Todo el mundo tiene miedo
cuando miran el tormento,
de mi cara suplicante,
pensando que los quiero muertos.
Hace tiempo que perdí el deseo,
de la carne y de la sangre.
Sólo busco a una persona,
con arrestos de matarme.
Mi deseo es apremiante
y al fin, puedo decir...
que encontré al contrincante,
con mirada penetrante.
Mi verdugo se aproxima,
sin paso vacilante.
Veo en sus ojos la fuerza,
y la pena de matarme.
Él ve en los míos la gratitud,
y una sonrisa delirante.
Alza su mano, no titubea,
y cae sobre mí para ayudarme.
No me muevo, es absurdo,
tanto tiempo esperando
que la muerte venga a mí
Y ese deseo está delante.
Sobre un punto indefinido,
veo al hombre en el camino.
Mas atrás mi cuerpo inerte
Destrozado ¡Qué alivio!.
Ahora, veo el cielo y el infierno,
en los hombros de ese "amigo".
Él liberó mi alma,
y selló... su destino.